Es por el aniversario del 2º centenario de la novela “Frankestein” de Mary Shelley , que se hace esta reflexión del concepto actual de la monstruosidad.

 

Por costumbre rechazamos todo aquello que no sea parte de nuestra comunidad, nuestras costumbres, ni siga nuestras normas. No vemos en el “otro” la riqueza de la diversidad, que pueda ayudar al crecimiento personal, si no que construimos la imagen del “otro” desde la alteridad y la oposición, siendo éste algo, que no somos, no fuimos, y no queremos ser. Este miedo y rechazo dogmático no puedo sino traducirse finalmente en desprecio, odio y dolor. 

 

Por lo que monstruoso hoy es todo aquello en contra de nuestras convenciones sociales, algo que rechazamos y despreciamos. Si en la novela de Mary Shelley el monstruo era “Frankenstein”, para la sociedad actual un monstruo con el que se combate a diario es la homosexualidad, entendida como toda sexualidad que difiere de la norma heteropatriacal y/o aquellas que se apropian y exhiben conductas de otro género. 

 

 

Como homenaje a “Frankestein” y para combatir este monstruo actual de la sociedad se usa al dandy como leitmotiv, una figura en continúa mutación que desdibujó los límites de lo masculino y lo femenino, la teoría sociológica de la Otredad y la vestimenta del s. XIX como claros referente teóricos y formales, proponiendo así una colección que pone en jaque a la imperante normativa heteropatriarcal. 

 

La intención demostrar como la moda puede influir en las conductas sociales ayudando a desdibujar las barreras entre lo masculino y lo femenino, devolviéndonos la libertad de decidir como nos vestimos y en definitiva, quienes somos. 

 

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